Empiezan las clases y no son motivo para dejar de pajarear.

En Argentina empezamos las clases esta semana, y si no quieren abandonar o dejar de lado esta hermosa actividad de pajarear, les voy a decir lo que yo hago en el año escolar.
Simplemente, observo aves en mi jardín cuando tengo un tiempo libre. Sí, seguro se van a sorprender con el suyo.
Ahora les voy a presentar algunas especies que yo veo en mi jardín.

Benteveo, Pitangus sulphuratus

La especie de la foto es una de las más frecuentes, el Benteveo, Pitangus sulphuratus, un Tiránido muy conocido por su particular canto, por el cual lo llaman también Bicho feo. Esta especie se alimenta de insectos, peces, frutas y lagartijas. Un comportamiento muy peculiar es que si tienen una pileta o un recipiente grande con agua abundante, el Benteveo se lanzará hacia ahí para cazar insectos o para beber agua.
También observo a la Torcaza, Zenaida auriculata, y al Chingolo, Zonotrichia capensis. Éstas dos se alimentan de algunos insectos del jardín.
Otra especie que veo muy a menudo es el Picaflor Verde, Chlorostilbon lucidus. Los picaflores pueden parecer todos iguales, pero si observan bien sus características, identificarán machos y hembras.

Torcaza, Zenaida auriculata

Cuando me inicié en la observación de aves quise atraerlas y fui transformando mi jardín para ellas, buscando que hubiera insectos para que pudieran alimentarse, agregué un comedero, flores para los picaflores y recipientes con agua en las épocas de sequía.
En mi jardín puedo encontrar varias especies de insectos, entre ellos, la Vaquita, Eriopis connexa, también conocida como Vaquita de San Antonio o Mariquita, una especie nativa de América del Sur. La cual se alimenta de insectos perjudiciales para tus plantas, como los pulgones, estableciendo un control biológico de importancia. Además, se la considera un símbolo de buena suerte.

Vaquita, Eriopis connexa

Sus jardines pueden llegar a sorprenderlos con especies que nunca hayan visto o que sean raras en la zona donde viven. El mío no es un gran espacio y está en el centro de la ciudad, pero he tenido la suerte de ver unas 45 especies. Y, así como se sientan en la vereda a ver quien pasa, no olviden mirar para arriba, porque algo interesante puede estar volando.

En los comentarios pueden contarme qué han visto en su jardín.
Los leo.
Felipe

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