Día de los Enamorados: Las aves también se enamoran.

Se acerca el Día de los Enamorados y las redes se llenan de publicidades y saludos. No sé si las aves estarán tan pendientes del calendario, pero en verano también se encuentran en temporada reproductiva.

Las aves en primavera-verano despiertan sus comportamientos sexuales como el cortejo y el apareamiento.

El Cortejo es un comportamiento con el objetivo de impresionar o “enamorar” a la hembra. Según la especie, puede involucrar un canto característico o utilizar algún tipo de exposición visual, como una especie de “baile” o  un vuelo especial, llamado Vuelo Nupcial.

Después de que el macho conquista a la hembra se aparean, y si fue exitoso, se reproducen, pondrán sus huevos y dentro de unas semanas, nacerán los pichones. Este tiempo varia según la especie y las condiciones climáticas. 

En la foto de arriba, el Chajá, Chauna torquata, en pareja. Un dato interesante sobre estas aves es que forman una pareja de por vida. Esto también se da en algunas especies como las águilas, las cigüeñas y los loros. Pasan los años con esa pareja y van teniendo varias reproducciones a lo largo de su vida. Aquí les muestro otro ejemplo, el Chiflón, Syrigma sibilatrix, con su pareja disfrutando del atardecer.

Pero, también hay aves que no les va el matrimonio y se emparejan nuevamente por cada temporada reproductiva. Es decir, una hembra y un macho solo se unen para reproducirse y criar sus pichones y después, en la temporada reproductiva siguiente, se juntarán con otro macho u otra hembra. Un ejemplo de esto es la Golondrina Parda, Progne tapera, la cual viene cada verano a Argentina a reproducirse, ya que es una especie migradora. Los que pasen por Colón, Entre Ríos, pueden verlas en el cielo haciendo su “danza” en grupo, a la tardecita, chillando y durmiendo en los árboles de calle 12 de abril.

 Fotos de Colón, Entre Ríos, Argentina

¿Ustedes ya han visto aves cortejando a las hembras?

Los leo en los comentarios

Felipe.